El Niño Interior.-
(o más peligros que mono con navaja)
Es raro esto de tener un niño interior con poder monetario. Mi primer trabajo remunerado fue hacer la cama y mi madre me pagaba $100 con lo cual obviamente me los comía en MediaHora (el dulce). Después, y hace aproximadamente 12 años, trabaje de Junior en una empresa de bolsas plásticas, en la cual mi estipendio alcanzo los $35.000, con lo cual me compre mi primer juguete electrónico: un Walkman de sintonización y memorias digitales, con casettera con FF y FW y auto reverse! Todo un logro tecnológico par ala época, y si bien en la misma época yo ya tenia la suerte de manejar un computador monocromático, de 100kb de memoria RAM y que manejaba diskette de 5 ½ “ no se podía comparar a la sensación de haberme ganado algo por mi esfuerzo y cuidarlo como un tesoro.
En mis años de estudios pasaron a ser mis tesoros preciados mis “útiles escolares”, con el dolor de mi alma tenia que cortarle un filo a un corta cartón Olfa (los que hayan estudiado algo relacionado con las Artes, saben a que me refiero), mi regla T, los RapidoGraph, las lijas y todos los lápices y papeles que pude comprar, sin tomar en cuenta el nunca bien ponderado Agorex Transparente… Creo que en esa época todos mis lujos eran cosas útiles todos los días, así que por ultimo podía sacarle provecho en demasiada oportunidades.
Recuerdo que la primera vez que me di cuenta que era un Niño con Dinero no fue al comprar cervezas para la universidad o cosas así, sino el día que pase por una dulcería y compre Porotitos (si de esos duros y de muchos colores) “cuanto quiere?” fue la pregunta. Esa extraña sensación recorrió mi cuerpo, no me importaba el dinero, lo tenia, el limite era el cielo (y claro la glucosa en la sangre) “llene el cartucho” dije, sintiéndome como gato solo en la carnicería. Me demore semana y media en comérmelos todos, pero la sensación que me dejo de poder realizar esos pequeños sueños de niño fue lo importante.
Le siguió a eso completar la colección de Autitos, los Mecánica Popular, más dulces, papas fritas con ketshup, etc…
Ayer me sucedió de nuevo. Vi un libro y me lo compre, no me importaba el precio realmente, lo quería y así fue (Bueno, sabia que no me iba a salir tanto, estaba en una liquidadora de libros). Cuando llegue a mi casa y tirado en la cama viendo mi adquisición, también repare mentalmente en mi cámara de fotos, la cámara de video, los libros, las películas y música (los discos porque todo es “compartido” de internet), el PcPocket, mi Pc, las zapatillas, la bicicleta, las idas al cine, los conciertos….
Es genial esto de tener un niño con “poder” adentro!