Music is on the air (acto 2)
....y en TV
Me dijeron que lo mejor era hacer un after post, una actualización o algo así.
Pero creo que merece una entrada a parte. Para todos los que leyeron la entrada anterior (de partida gracias por saludos) me lleve la gran sorpresa que viendo “Final destiny 3” en el HBO (por cierto no la vean, es malísima) me sonó el MSN con un recado:
-pon el 11, chilevisón-
Para mi sorpresa me encontré con John en Tv. Creo que mi sonrisa fue más que placentera, y la satisfacción aun mayor.
-Oye y porque no vas a Tv a presentarte, algo así como cuanto vale el show?
-Porque yo creo que los de la Tv debería salir a buscarlo a uno-
Tan solo con esa frase dejo zanjado el cuento de tal vez porque no era mas conocido y de porque tocaba en un bar de vez en cuando.
Fue demasiado verlo ahí mismo, ganándose este domingo $178.000, por como toca el blues (ahora acompañado por un amigo). Quedo para la final del programa, para ganarse un departamento quizás donde, y si se pasean por www.chilevision.cl y se meten al link de cuanto vale el show, podrán votar por el, aunque no se si sirve de mucho porque parece que el real voto se hace por mensaje de texto, como se estila ahora.
Como sea, acá les dejo el video que sale en la pagina.
domingo, julio 29, 2007
miércoles, julio 25, 2007
Music is on the air
Caminaba tranquilamente hace una par de semanas por la plaza de armas -tiempo mal gastado- pensé, me fui a juntar con alguien con la cual finalmente estuvimos solo 10 min. Fue cuando me devolvía a buscar a Emilia que a pesar de andar con unos audífonos bastante mas grande de lo habitual que escuche un llanto melancólico de una guitarra…
Se equivocan, no era ni Arjona ni ninguno de esos llantos venezolanos, era el autentico ruido lastimero de un buen Blues. Siendo que plaza de armas no es nada pequeña, me saque los audífonos para comenzar a buscar de donde venia tan exquisito sonido.
Camine un par de vuelta, mire a don Pedro arriba del caballo preguntándole con la mirad si el veía algo de las alturas. Pero fue mi oído más poderoso que mi vista. Camine hacia la Concha acústica (bueno, techo de cobre) de la plaza y ahí encontré, un verdadero expositor de dicho ritmo (que tanto ya he pelado el cable aquí). Sentado en la escalera, un músico anónimo hasta ese momento, tocaba como si nadie escuchara, o como si no pensara que nadie se quedaría a escuchar. Su caja de cartón que recolecta las monedas a un mar de centímetros de el, no parece augurar el éxito que prontamente iría a tener. Coordinando sus diestros dedos, junto con la armónica que tiene pegada a la guitarra mediante un artilugio bastante tosco, le saca unas notas impresionantes.
Me pongo entre la pequeña multitud de ese momento.
Mientras escucho canciones y más canciones conocidas, me doy cuenta de que no levanta la mirada para ver a su alrededor, y caigo en cuenta (tal vez el deteriorado bastón debería haberme dicho algo), el virtuoso es ciego.
Mi impresión es tanta que decido acercarme en una pausa a charlar con el.
-Hola-
-Hola amigo-
-Es impresionante como le sacas sonido a la guitarra y la harmónica, es muy difícil coordinarse?-
-Súper, en especial con el cuento de la respiración, pero ya me acostumbre-
-y desde cuando que tocas-
-desde los 11, mi abuelo me ponía a Howlin’ Wolf, Muddy Waters… de ahí que escuchando aprendí-
-de mi abuelo aprendí a reparar cosas, o destrozarlas depende de donde se vea, y a escuchar la radio Minería y tangos-
-Amigo, téngame la guitarra un poco-
Siento la responsabilidad del trabajo de otros en mis manos, me admiro de alguien capaz de ser tan simple y disfrutar tanto de lo que haces. Una guitarra una armónica, un micrófono estilo antiguo y un amplificador en un carro. Recoge las monedas de la caja, le fue bastante bien mientras yo estaba grabándolo, ahora mete todas las monedas en el bolsillo de la chaqueta.
-Y tocas acá siempre?-
-Rara vez, siempre estoy ahí en Huérfanos, cerca del palacio de justicia-
-y vives por acá cerca?-
-vivo cerca de Mapocho con unos amigos- me dejaron una bebida por acá no?-
Se toma un sorbo de quizás que, mientras se fuma un cigarro…pasa el rato mientras aprovecho de mirar su guitarra se acerca un par de sujetos con cámara de video y de fotos, lo graban, le sacan fotos, nunca supe para que eran o para donde…
-ya voy a seguir, viste una uñeta por aquí?-
-Sip acá al lado tuyo esta- le paso la guitarra de vuelta
Cuando voy a pararme me agarra del brazo y me pregunta:
-amigo hay gente?-
-unas 10 personas, pero no dudo que vengan más con lo bien que tocas-
-gracias-
-una ultima pregunta…como te llamas?-
-Paul-
Me paro mientras alguien al parecer conocido le grita –BUENA JOHN!!!-
Así que mientras saco las ultimas fotos y me alejo, siento como la gente se acumula a su alrededor. Un buen día.
Caminaba tranquilamente hace una par de semanas por la plaza de armas -tiempo mal gastado- pensé, me fui a juntar con alguien con la cual finalmente estuvimos solo 10 min. Fue cuando me devolvía a buscar a Emilia que a pesar de andar con unos audífonos bastante mas grande de lo habitual que escuche un llanto melancólico de una guitarra…
Se equivocan, no era ni Arjona ni ninguno de esos llantos venezolanos, era el autentico ruido lastimero de un buen Blues. Siendo que plaza de armas no es nada pequeña, me saque los audífonos para comenzar a buscar de donde venia tan exquisito sonido.
Camine un par de vuelta, mire a don Pedro arriba del caballo preguntándole con la mirad si el veía algo de las alturas. Pero fue mi oído más poderoso que mi vista. Camine hacia la Concha acústica (bueno, techo de cobre) de la plaza y ahí encontré, un verdadero expositor de dicho ritmo (que tanto ya he pelado el cable aquí). Sentado en la escalera, un músico anónimo hasta ese momento, tocaba como si nadie escuchara, o como si no pensara que nadie se quedaría a escuchar. Su caja de cartón que recolecta las monedas a un mar de centímetros de el, no parece augurar el éxito que prontamente iría a tener. Coordinando sus diestros dedos, junto con la armónica que tiene pegada a la guitarra mediante un artilugio bastante tosco, le saca unas notas impresionantes.
Me pongo entre la pequeña multitud de ese momento.
Mientras escucho canciones y más canciones conocidas, me doy cuenta de que no levanta la mirada para ver a su alrededor, y caigo en cuenta (tal vez el deteriorado bastón debería haberme dicho algo), el virtuoso es ciego.
Mi impresión es tanta que decido acercarme en una pausa a charlar con el.
-Hola-
-Hola amigo-
-Es impresionante como le sacas sonido a la guitarra y la harmónica, es muy difícil coordinarse?-
-Súper, en especial con el cuento de la respiración, pero ya me acostumbre-
-y desde cuando que tocas-
-desde los 11, mi abuelo me ponía a Howlin’ Wolf, Muddy Waters… de ahí que escuchando aprendí-
-de mi abuelo aprendí a reparar cosas, o destrozarlas depende de donde se vea, y a escuchar la radio Minería y tangos-
-Amigo, téngame la guitarra un poco-
Siento la responsabilidad del trabajo de otros en mis manos, me admiro de alguien capaz de ser tan simple y disfrutar tanto de lo que haces. Una guitarra una armónica, un micrófono estilo antiguo y un amplificador en un carro. Recoge las monedas de la caja, le fue bastante bien mientras yo estaba grabándolo, ahora mete todas las monedas en el bolsillo de la chaqueta.
-Y tocas acá siempre?-
-Rara vez, siempre estoy ahí en Huérfanos, cerca del palacio de justicia-
-y vives por acá cerca?-
-vivo cerca de Mapocho con unos amigos- me dejaron una bebida por acá no?-
Se toma un sorbo de quizás que, mientras se fuma un cigarro…pasa el rato mientras aprovecho de mirar su guitarra se acerca un par de sujetos con cámara de video y de fotos, lo graban, le sacan fotos, nunca supe para que eran o para donde…
-ya voy a seguir, viste una uñeta por aquí?-
-Sip acá al lado tuyo esta- le paso la guitarra de vuelta
Cuando voy a pararme me agarra del brazo y me pregunta:
-amigo hay gente?-
-unas 10 personas, pero no dudo que vengan más con lo bien que tocas-
-gracias-
-una ultima pregunta…como te llamas?-
-Paul-
Me paro mientras alguien al parecer conocido le grita –BUENA JOHN!!!-
Así que mientras saco las ultimas fotos y me alejo, siento como la gente se acumula a su alrededor. Un buen día.
viernes, julio 20, 2007
De Imposibles, cosas poco probables y amigos.
Debo reconocer dos cosas primero que todo. La primera es que creo que se me anduvieron oxidando un poco los dedos y la cabeza, ya que me ha costado mucho escribir esta entrada. Lo segundo es que definitivamente me es mas fácil escribir cuando tengo el titulo de lo que escribo, recuerdo que cuando practicaba para dar la P.A.A. siempre en la parte de “qué titulo le pondría a este texto” nunca le podía dar el adecuado, finalmente entendí que era por un asunto de que tal vez nunca relacionaba el texto con el titulo.
No se si lamentar el alejamiento del blog, fue necesario, es trabajo, y si bien tendría mucho que contar respecto a eso, la verdad es que me tiran cosas más raramente etéreas.
“Los imposibles, no existen” me dijeron una vez “solo las cosas poco probables”, y yo siempre presentí que era muy cierto. Nunca me he puesto limites para las ambiciones, o para las creaciones más locas (realmente por eso termine estudiando diseño), no es mi cabeza de científico loco lo que realmente me caracteriza, sino que la verdadera naturaleza para poder resolver mediante artilugios las cosas más sencillas que se nos presentan todos los días. Desde como atarnos de 10 maneras diferentes los zapatos, hasta coordinar un plan académico con implicaciones transversales (aunque debo reconocer que me interesa más lo primero)
En estos momentos se ha presentado una de las situaciones más difíciles de resolver, y mediante mis propias posibilidades es sumamente poco probable resolverlo. Entonces, pro que me empeño? Por que mi cabeza sigue dándole vueltas a soluciones que no quieren ser tomadas ni siquiera tomadas en cuenta. Y es ahí cuando me doy cuenta que definitivamente para mi las cosas pueden ser poco probables, pero para muchos son francamente imposibles. Tal vez por eso me encanta el eslogan de Adidas “Impossible is nothing”.
Hasta donde uno debe presionar la testarudez de su propia conciencia y pensamiento para que otros se den cuenta de errores, aciertos, acepten, o rechacen cosas? En que punto uno mismo debe rendirse a la posibilidad de que las cosas no pasen? Como estratega me habría muerto de hambre, o me habrían disparado en la primera batalla, pero casi como videojuego, la vida se encarga de dar más posibilidades de las que uno cree y muchas vuelve todo a empezar (claro, en otra batalla), es acaso que tengo que por una vez hacerle caso a mi paciencia y ver realmente cuando atacar? Servirá de algo? Cambiara algo? Me ofrecieron leerme el Tarot el otro día, y como aficionado a las cosas raras, me interesa mucho el tema, pero realmente prefiero la certeza de que la vida es incierta y que siempre la vida te puede sorprender por donde uno menos se los espera. Así que después de todo supongo que como variable en la vida, o sorprendo o seré sorprendido (espero que no volando bajo).
Me ha sorprendido últimamente los buenos amigos que me rodean, hace tiempo que no me sentía tan acompañado en juegos, jugarretas y maldades. Y dado que como todo lo bueno también tiene sus lados malos y sufridos también hemos estados juntos y unidos para afrontar las cosas, muchas veces lamento mucho ser tan franco y directo para decir las cosas, muchas veces lamento ser duro y temperamental, pero finalmente lo único que hacemos es afianzar más los lazos que tenemos. Ya a estas alturas de la vida, puedo decir que tengo amigos, de esos que no importa la distancia, ahí estaremos unos para otros (y me da un escalofrío en pensar que en poco tiempo todos nuestros caminos, físicamente, se van a separar. Pero bueno, supongo que serán más lugares diversos donde visitarnos) y en el día del AMIGO, repito que mi amistad jamás es ofrecida en vano, que jamás son palabras, y que siempre están mis actos que respaldan lo ofrecido, sino de que sirve?
Finalmente, gracias por los alientos, ánimos, saludos y todo eso. Fueron todos bien recibidos, y bueno, ya pasare de vuelta por sus cyber-casas.
Debo reconocer dos cosas primero que todo. La primera es que creo que se me anduvieron oxidando un poco los dedos y la cabeza, ya que me ha costado mucho escribir esta entrada. Lo segundo es que definitivamente me es mas fácil escribir cuando tengo el titulo de lo que escribo, recuerdo que cuando practicaba para dar la P.A.A. siempre en la parte de “qué titulo le pondría a este texto” nunca le podía dar el adecuado, finalmente entendí que era por un asunto de que tal vez nunca relacionaba el texto con el titulo.
No se si lamentar el alejamiento del blog, fue necesario, es trabajo, y si bien tendría mucho que contar respecto a eso, la verdad es que me tiran cosas más raramente etéreas.
“Los imposibles, no existen” me dijeron una vez “solo las cosas poco probables”, y yo siempre presentí que era muy cierto. Nunca me he puesto limites para las ambiciones, o para las creaciones más locas (realmente por eso termine estudiando diseño), no es mi cabeza de científico loco lo que realmente me caracteriza, sino que la verdadera naturaleza para poder resolver mediante artilugios las cosas más sencillas que se nos presentan todos los días. Desde como atarnos de 10 maneras diferentes los zapatos, hasta coordinar un plan académico con implicaciones transversales (aunque debo reconocer que me interesa más lo primero)
En estos momentos se ha presentado una de las situaciones más difíciles de resolver, y mediante mis propias posibilidades es sumamente poco probable resolverlo. Entonces, pro que me empeño? Por que mi cabeza sigue dándole vueltas a soluciones que no quieren ser tomadas ni siquiera tomadas en cuenta. Y es ahí cuando me doy cuenta que definitivamente para mi las cosas pueden ser poco probables, pero para muchos son francamente imposibles. Tal vez por eso me encanta el eslogan de Adidas “Impossible is nothing”.
Hasta donde uno debe presionar la testarudez de su propia conciencia y pensamiento para que otros se den cuenta de errores, aciertos, acepten, o rechacen cosas? En que punto uno mismo debe rendirse a la posibilidad de que las cosas no pasen? Como estratega me habría muerto de hambre, o me habrían disparado en la primera batalla, pero casi como videojuego, la vida se encarga de dar más posibilidades de las que uno cree y muchas vuelve todo a empezar (claro, en otra batalla), es acaso que tengo que por una vez hacerle caso a mi paciencia y ver realmente cuando atacar? Servirá de algo? Cambiara algo? Me ofrecieron leerme el Tarot el otro día, y como aficionado a las cosas raras, me interesa mucho el tema, pero realmente prefiero la certeza de que la vida es incierta y que siempre la vida te puede sorprender por donde uno menos se los espera. Así que después de todo supongo que como variable en la vida, o sorprendo o seré sorprendido (espero que no volando bajo).
Me ha sorprendido últimamente los buenos amigos que me rodean, hace tiempo que no me sentía tan acompañado en juegos, jugarretas y maldades. Y dado que como todo lo bueno también tiene sus lados malos y sufridos también hemos estados juntos y unidos para afrontar las cosas, muchas veces lamento mucho ser tan franco y directo para decir las cosas, muchas veces lamento ser duro y temperamental, pero finalmente lo único que hacemos es afianzar más los lazos que tenemos. Ya a estas alturas de la vida, puedo decir que tengo amigos, de esos que no importa la distancia, ahí estaremos unos para otros (y me da un escalofrío en pensar que en poco tiempo todos nuestros caminos, físicamente, se van a separar. Pero bueno, supongo que serán más lugares diversos donde visitarnos) y en el día del AMIGO, repito que mi amistad jamás es ofrecida en vano, que jamás son palabras, y que siempre están mis actos que respaldan lo ofrecido, sino de que sirve?
Finalmente, gracias por los alientos, ánimos, saludos y todo eso. Fueron todos bien recibidos, y bueno, ya pasare de vuelta por sus cyber-casas.
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