El Último Apaga la LUZ!

Salgo a caminar un dia cualquiera...

Es un placer caminar por la ciudad sin tener nada que hacer y poder ver cosas que usualmente uno no atiende. Las calles serán rígidas pero movido por el mar humano que se desliza a eso de las 7 de la tarde es como estar rodeado de un mar embravecido...literalmente.

La gente enfurecida camina por la calle, sin tomar en cuenta si te asaltan o simplemente te tropiezas, somos zombis hambrientos de bienestar pero que no hacemos nada por mejorar nuestro rededor, y somos nosotros los que finalmente hacemos de esta ciudad un infierno.

Cuando uno anda apurado es fácil pasar a llevar a la gente y no darse cuenta de nada, ensimismados en nuestro teléfonos, Ipods, mp3 o cuanto artilugio pueda abstraernos de nuestro hostil entorno, haciéndolo aun más hostil.

Pero detenerse un segundo en los colores de los edificios, las caras de los niños persiguiendo una paloma o simplemente en ver al del lado nos saca de esa caja que armamos para nuestra "seguridad y espacio". Somos seres fríos, que no saludan o que se asustan al más mínimo atisbo de suspicacia, ya no caemos en la limosna fácil o en quien nos pide una dirección, somos recelosos del extranjero que nos pide sacarle una foto que nosotros creemos trivial y fome.

Somos corderos destinados a la extinción.

Me siento en el parque y veo como la gente ya no se relaciona entre ella, y peor aun somos depredadores de espacio y derechos que no se nos han dado. El que cree que la ciclovia es vereda, el automovilista que cree que la calle es pista de carrera, el peatón de insulto fácil en los labios, el motonetista que menos aun le importa lo que pase a su alrededor. No somos participes de afirmar nuestros propios derechos, de reclamar porque alguien se mete en la cola del banco, de criticar al que se sube gratis a la micro. No somos capaces de sacar la voz cuando algo nos molesta, es mas fácil maldecir por lo bajo...

Somos seres que no nos enfrentamos cara a cara a nuestros problemas, y cuando lo hacemos somos problemáticos, o nos dicen que "doramos la píldora".

Somos unos malditos inseguros que evitamos a toda costa enfrentar nuestros miedos y que intentamos a toda costa conservarnos como somos, incultos, idiotas, inseguros y egoístas.

Predicamos la ecología, pero seguimos comprando elementos de plástico, aceptamos la bolsa del súper...recicla UD? sabe como?

Predicamos la humanidad, pero no ayudamos, ni escuchamos... "no oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado"

Predicamos la ayuda al prójimo, y nos conformamos en donar pesos en cualquier parte, pero no en parar a alguien caído, a alguien asaltado, a alguien perdido.


Somos unos malditos corderos destinados a la extinción.