"Suena la canción de los Tres en mi cabeza, mientras al otro lado de la puerta de entrada siento como se revientan los platos contra suelo, paredes y puertas. Trato de golpear para que me abra, pero sus gritos son mas poderosos que todo golpe que le de a la puerta.
En estos momentos pienso en que cuando me compre el departamento lo que mas alabe era el grosor y calidez de la futura entrada de mi casa, pero tampoco repare en que ese arranque romántico regalándole la llave de mi cuchitril a mi novia, me traería estas consecuencias.
Resbalo por la puerta, mientras sigo cantando. pienso en que hace 30 min estábamos tomados de las manos en la plaza que queda a dos cuadras y ahora exiliado de mi propia casa me siento despojado de todo: mi colección de autos, los discos de vinilos, las fotos de la pared, los platos que me regalo mi madre, los libros, mi bicicleta que ahora yace contra el pavimento después de una espectacular caída de 24 mt.
La gente que sube por la escalera me ve sentado contra la puerta, tal vez que cante les sorprende a muchos y miran con cara de espanto, otros aguantan la sonrisa, pero no me importa, tal vez a mi me pasaría lo mismo.
15 min después siento que adentro todo se calma, el corazón me late cada vez mas fuerte cuando no oigo pasos adentro. pienso que tal vez ella misma se tiro por la ventana o esta pensando en que diablos romper ahora, siento pasos que se acercan a la puerta y escucho descorrer el pestillo.
me paro lentamente y miro la puerta, siento su indecisión a descorrer el ultimo pestillo, segundos eternos pasan antes de que escuche el silencioso correr de la puerta. y mientras su cara enjugada en llanto y pedazos de vidrios me mira con cara inexpresiva, la miro a los ojos y le digo - Somos tontos, no pesados...-"