V for Vendetta

Era una calida tarde y estábamos sentados con una amiga tomándonos un café en Providencia. (bien rico por cierto, un Express Árabe doble, obvio. Entre el sabor y el porte esta la medida justa del café), y de las entrañas de una rara conversación, saque en conclusión, como muchas otras veces que mi imaginación es mas rápida que mi moralidad… explico…para hacerlo un poco más didáctico, lo ejemplificare como si fuera una carrera. Cuando estoy en medio de la creación de algo, o de una conversación o inclusive de una discusión, mi imaginación siempre va a la velocidad de la luz, planeando, creando, dibujando lo que sea; y casi 2 segundos después vienen todas las normas de moralidad, esas que regulan tanta idea loca.

Por ende me di cuenta (y que venia un poco a la conversa) de que mi cabeza funciona rápido, tanto como para cosas buenas…como para las malas. Y me empecé a dar cuenta que muchas veces mi moralidad llegaba muy tarde, cuando ya las venganzas estaban planeadas y a punto de ejecutarse. Recuerdo de las falsificaciones en el colegio por ese amigo que me había molestado, o las veces en que planeaba que dos personas se enojaran entre si para el beneficio propio, las veces que planee mentir y utilizar a la gente solo por pasar un buen rato y todas (y estas son muchas) las veces que pensé en como vengarme de alguien. (psicológica, física y moralmente)

Y es cierto. He pensado en como romper psicológicamente a alguien, conociendo sus peores tormentos y explotándolos al máximo, total parece que la creatividad me sobra al momento de cómo doblegar a alguien. Y si bien físicamente es muy fácil como vengarse de alguien, siempre pienso en que en mejor provocar una ataque de colon que tener mil moretones en la cara; pero es moralmente donde mi creatividad vuela, en como hacer que la persona de aquella merecida venganza vea como interiormente hay algo que se resquebraja, como por una mínima cosa le pegan un alcachofazo, que por una simple frase vea como toda la seguridad y toda su invulnerable personalidad es atravesada por un agujero de certeza…la certeza de que ya no tiene nada que ofrecer…

… pero después de todo eso, de pensar, de medir, de calcular, de tener la palabra en la boca…casi dos segundos después llega mi moralidad a detener todo pensamiento, toda idea, toda ansia de hacerlo. Llega después el remordimiento de la idea y el reproche de siquiera pensarlo.
Muchas veces, un poco alcoholizado me pregunto que pasaría si no tuviera restricción, si no tuviera ese pensamiento que me detuviera. Lo haría? Seria de venganzas rápidas? O de disfrutar servirlas lentas?

Ud ha planeado alguna venganza? Ha llevado alguna a cabo? Ha sido blanco de alguna?