Paseo nocturno

Como siempre, las cosas que uno menos espera son las que finalmente se disfrutan más. La facilidad de adaptarse a los imprevistos, y disfrutar de una buena compañía son factores fundamentales, junto con el espíritu aventurero, de hacer de estas andanzas memorables.

El martes en la noche y después de esperar mucho rato un transantiago en especifico (bueno, realmente nos fue tanto rato, sino era la hora la que apremiaba) decidimos tomar el metro para llegar más cerca de destino. Después de una mini discusión de cómo me iba a devolver a casa (claro, hacia la de caballero acompañante), tomamos la cuncuna subterránea que a pesar de ser las 10:30 pm, seguía llena.

Luego de bajar en la estación Padre Hurtado (que hasta hace un par de semanas no tenia idea que se había dejado de llamar Pila del ganso) bajamos, y finalmente mi compañera tomo un colectivo para llegar a su casa.

Fue de vuelta cuando me bajo lo del paseo, y si bien por hora alcanzaba a tomar el metro…porque no demorarme unos minutos mas e irme en micro? (total, con franquicia transantiago me salio gratis) Fue ahí cuando me di cuenta que el hecho de preferir el metro y mi fiel bicicleta, no tenia idea donde tomar el bus…total, antes solo parabas el dedo y frenaba la micro…

Crucé la calle y lo primero que paso es que me tope con un cola, y como buen ingenuo, seguidor de las masas y gil, hice la cola. Me preguntaron como 3 veces si esta era la cola para la micro, y yo obviamente (al igual que con el eterno cuento de preguntar direcciones) decía –supongo- pero nunca una negativa. Finalmente me di cuenta que si era la cola para la micro, pero no la que me servia. Así que finalmente me separe de la gente y fui en busca de una micro que me llevara a casa. Sin mucho miedo de que me pasara algo, obviamente más por ignorante que por super-hombre, finalmente tome mi cuncuna verde-blanca.

Raramente, a pesar de tener los audífonos puestos, la música no sonaba en mis orejas, pero si estaba muy atento a sacar fotos por la ventana del bus…un recorrido nocturno por la Alameda…cuanto lo extrañaba, hacia tiempo que no me daba el placer de mirar tantas cosas que pasan en la calle… los basureros, la gente metida en los autos, las luces, la moneda, las calles vacías, el miedo, el frió, las parejas y los solitarios, los que viven ahí y los que se van para la casa, los que viven en la calle, y los que viven de la calle.

Tanta, tanta historia. Como no voy a sacar una para santiago en 100 palabras?, como dejar de sacar fotos? Como no darme cuenta que no existe anda como ver cosas donde se esconde lo cotidiano, o inventar historias con una mirada un abrazo… hace tiempo que necesitaba el paseo.

Baje de la cuncuna, prendí mi fiel Mp3 y suena…. “La fuerza de llegar a cualquier lugar, existimos mas allá de todo” los decadentes….ideal.