Viejos recuerdos
Nuevas costumbres

Hoy caminando por providencia, en la búsqueda infructuosa de unas zapatillas que me gustaran, recordé que cuando tenia alrededor de 10 años tenia unas Converse rojas de caña alta, y ahora mientras escribo recuerdo que tuve que terminarlas botando porque se les rompió el contrafuerte del talón. Todo esto sucedió porque vi unas iguales a las que tenia, y si bien me tente a comprarlas caí en cuenta que no tenia nada con que combinarlas (a parte de mi chaleco rojo y que me vistiera entero de negro) pero para parecer una parodia de Dwight McCarthy de Sin City, no gracias, ya hay varios de esos.




Y me puse a recordar viejas cosas que ya creía perdida en el baúl de las fotos (porque de algunas ni siquiera me acuerdo si no las veo) recuerdo que desde chico que me gusta pasear y que las primeras veces que tengo el recuerdo de ir de paseo largo fue al sur. Mi primer viaje a Chiloé. De ahí que siempre le tuve ganas y actualmente voy cada vez que puedo. Recuerdo que mi primera cleta fue roja y que cuando por fin le saque las rueditas me saque demasiada piel que aun usaba, pero creo que finalmente de ahí tampoco me baje.



Ni hablar de la primera vez que tuve un autito de juguete. Era amarillo descapotable…y estaba en la arena de la playa. De ahí para adelante que cada vez que me acuerdo me compro uno y en particular par mi cumpleaños. Auto-regalo, por si acaso.

Creo que hay buenas viejas mañas que deberían mantenerse en el tiempo, de esas que nos hacen rememorar tiempos, no se si más fáciles, pero con menos complejos, aquellas cosas simples que no hacen mas felices. Y lo ideal, obvio es mantenerlas.